El caso es que febrero va terminando, y con él los exámenes... Pero hoy he salido tan contenta de un examen, y al salir de la facultad me he encontrado con la luz del sol y este buen tiempo... No sé, ha estado bien.
Y me he sentido tan bien que no me ha molestado en absoluto ponerme a limpiar todo el apartamento de arriba abajo. Me he sentido con tanta energía positiva que hasta me he puesto un disco de Hole y he cantado con la escoba mientras barría el salón. En fin... Qué más puedo decir.
Y también me he alegrado por el Oscar de Bardem, aunque no olvido (como parecen haber hecho todos los medios de comunicación) los demás ganadores, entre ellos Daniel D. Lewys y una actriz de cuyo nombre no me acuerdo pero que me encantó en su papel de madre en Tumbsucker.
Después de comer, Yeni y yo nos hemos sentado frente al televisor como un par de subnormales producto de nuestro tiempo, y gracias a que los informativos de todas las cadenas no dejaban de hablar de los premios y de la campaña electoral, mi compañera de piso y yo hemos compartido una fantástica conversación sobre cine y política. Algo que no hemos hecho desde que comenzáramos a vivir juntas.
Y ha sido fantástica porque somos totalmente diferentes. Sí, lo sé, comencé este blog con la intención de contar mi día a día de convivencia con alguien totalmente ajeno a mí. Pero es que hoy me he dado cuenta que pese a su terrible adversión a la limpieza y sus afición a Cadena Dial, y precisamente gracias a esto, a las diferencias, hemos podido mantener una conversación sin incomodidades.
Como es ya habitual en ella, ha comenzado hablando de que en su pueblo ahora hay hasta negros. Como habitualmente, me he sentido molesta por este comentario y he optado como habitualmente hago por callar. Pero al salir Bardem y coincidir ambas en que no es atractivo ni mucho menos sexy, ella me ha empezado a hablar del truño de película que vio este fin de semana con su novio: la segunda pare de Mortadelo y Filemón. Y así, ella me ha hablado de las últimas películas que ha visto (Rambo entre sus favoritas), y yo de las mías (Juno entre mis predilectas... y No es país para viejos, sin duda). Después hemos hablado sobre Rajoy y Zapatero. Ella tira hacia la diestra, muy a la diestra. Pero hoy no ha arremetido contra Zapatero al más puro estilo COPE como ella suele hacer, sino que ha optado por concluir con que en esta campaña, ni Rajoy lo está haciendo bien, aunque gracias a las preguntas con trampa que le hicieron a Zapatero y Rajoy el otro día en una entrevista en telecinco que yo no vi, pero ella me ha dicho:
- Pues ganó Rajoy, pero cómo no va a ganar si le preguntaron si le parecía bien cómo iba la economía en España (que eso, pues, joder, cómo pa' decir que va bien) y que qué hubiera hecho él. - Mira su lata de Red Bull y añade: - Uno de mi pueblo se ha muerto por tomar no sé cuántos Red Bulls anoche para estudiar. - Lee los ingredientes - Claro, es que tiene B12. Un amigo mío siempre bebe dos Red Bulls antes de irse a casa los sábados, porque así se le pasa la borrachera y puede conducir sin dar positivo en los controles. ¡Cómo va a ser malo el Red Bull, si son todo vitaminas! Otra cosa es lo que le pasó a un amigo de mi novio, que se cayó por las escaleras de una discoteca. ¡Eh, dos pisos la discoteca! Y bajó rodando porque no se tenía en pie. Bueno, pero eso era distinto porque iba puesto de espid, y luego dijo cuando despertó: ¿nos hacemos unas rayitas? Y yo le dije: ¿pero tú eres tonto? Y así todos los findes, y siempre me dice que controla. Sí, ya te digo yo lo que controla.
- Madre mía que anormal.- Concluyo yo.